Solución a SPACE QUEST II

Nuestro héroe empieza la aventura rebajado otra vez a su cargo anterior de barrendero espacial, tras haber salvado al planeta Xenon de un cruel destino en manos de los Sariens. Una llamada por su teléfono reloj le devuelve a su cruda realidad cotidiana. Se le necesita para limpiar una vomitada de un mareado pasajero de un transbordador.

Tras entrar en la base orbital y proceder a la descontaminación, se cambia de traje por el uniforme xenonita (puedes abrir el armario y coger algunos (in)útiles si quieres más puntos) y accedemos a la próxima cámara, donde tomamos el minitransporte hacia el hangar sideral. Entramos al transbordador dispuestos a cumplir nuestra misión en esta vida... solo para caer en una cobarde y vil agresión por la espalda.

Nuestros captores nos llevan a la base secreta del Dr. Vohaul, un asteroide orbitando el planeta perdido de Labion. El Dr. Vohaul fue el responsable del proyecto del Star Generator, así como de su robo por los Sariens. Ahora yace en una silla, imposibilitado y con diversos injertos para posibilitar que sus funciones vitales no se aplanen definitivamente. Pero la venganza por destruir sus planes cae sobre nosotros, y nos envía a las minas de Labion, tras mostrarnos su plan para acabar con Xenon también: una plaga de vendedores de seguros robot... Un cruel destino para tan avanzada civilización.

Ya en Labion, un par de guardas nos conducen, a bordo de un hovercraft, hacia las minas donde hemos de pasar el resto de nuestros días extrayendo mineral de las entrañas de la madre tierra, cuando un desgraciado accidente acontece, debido a la irresponsabilidad y falta de previsión de los guardas. resultado del accidente: dos muertos, vehículo volador destrozado y un ileso: Yo (o sea, tú, o nosotros si quieres).

Tras examinar el cuerpo del guarda que involuntariamente nos ha salvado la vida (SEARCH BODY), hallando una tarjeta magnética, que nos quedamos, investigamos igualmente el origen de un molesto pitido que pone en sobreaviso el resto de viles secuaces de Vohaul de todo el área. (SEARCH CRAFT). Encontramos un botón, lo pulsamos y la fiesta terminó. Nos vamos hacia el Norte, teniendo cuidado de no caer en la trampa que hay en el suelo. Más al Norte y luego al Oeste encontramos un buzón de Tele Correo Galáctico, en el cual depositamos nuestro pedido, con lo que obtenemos instantáneamente un silbato. Decidimos no hacer de Guruceta, y volviendo por nuestros pasos, hacia el Este, encontramos un árbol, del que pende un pequeño humanoide. Como somos de buen corazón (¿o no?) le liberamos desatándole.

Hacia el Oeste del árbol, encontramos unas esporas, mortíferas si las pisamos. Resulta un buen arma contra lo que podamos encontrar, así que cogemos una. Desde allí, al Norte, y tras un extraño ser, medio árbol, medio cerebro andante, pero de buen apetito y carnívoro (mucho ojo con pisarlo ni que sea queriendo) observamos que un pequeño humanoide (pariente del anterior) está recolectando bayas de un arbusto. Le imitamos, y volvemos por donde hemos venido, yendo hacia el pantano.

Allí observamos cómo el humanoide se unta el cuerpo con algo, antes de atravesar el pantano, así que le imitamos: RUB BERRIES ON SUIT. Cruzamos el pantano, y descubrimos la razón: otro ser carnívoro intenta merendar nuestra costa, pero condimentados con las bayas no somos de su gusto. Continuamos por el pantano, hasta perder pie. Cogemos aire, y buceamos (HOLD BREATH) para hallar una cueva submarina, y en su interior, una gema resplandeciente que da luz. Al saco con ella. Volvemos a la superficie con el botín, y acabamos de atravesar el pantano.

Al llegar a la fisura, trepamos al árbol, que se rompe. Afortunadamente, el tronco cae formando un puente, y nos evita caer por el abismo del cañón. Atravesamos el puente, seguimos por el Este y... caemos en una trampa.

Tras despertar de un sueño lleno de publicidad, nos hallamos dentro de una jaula de bambú labioniano, mientras el grotesco cazador prepara una barbacoa, al que estamos invitados como plato fuerte. Llamamos su atención hablándole o llamándole para que se acerque, y antes de que nos atice, le soltamos la espora. Para que los efectos sean letales y no sólo pasajeros debe explotar cerca de él. Aparte de que si no es así, no podremos buscar en su cuerpo caído la llave que abre el candado de la puerta de la jaula. Tras abrir la puerta, salimos, cogemos la cuerda y acto seguido vamos al Norte, y de allí rápidamente al Oeste (para evitar el ataque de los guardas de Vohaul) hasta llegar de nuevo al precipicio. Nos subimos al tronco, atamos la cuerda a éste y trepamos a ella, yendo hacia abajo.

Bajamos todo lo que podemos por la cuerda, y luego la empujamos para poder balancearnos hasta que, soltando la cuerda, alcancemos la cueva del saliente de la izquierda. Demasiado balanceo, sin embargo, y otro monstruo de Labion saciará su apetito con nosotros. Ya en el interior de la cueva, usamos la gema para ver por donde vamos, lo que no evita que caigamos...

Tras recoger la gema, que se nos ha caído, seguimos a los pequeños humanoides hasta la presencia de su rey, que nos da la bienvenida y nos dice que solo necesitamos decir la palabra para irnos. Efectivamente, si decimos SAY THE WORD los enanos empujan la roca del centro, para descubrir la entrada a un laberinto de túneles en el subsuelo. Nos metemos en la entrada, tras lo cual los pequeños seres sellan otra vez la entrada. Tras ponernos la gema en la boca, para poder trepar o gatear y ver a la vez, buscamos la otra salida del laberinto, teniendo cuidado de no caer en las fauces de (SI!) otro bicho carnívoro. (He decidido hacerme vegetariano tras culminar este juego).

La otra salida conduce a un extraño río subterráneo de agua fosforescente, en el que nos introducimos y, dejándonos llevar por la corriente, yendo siempre a la derecha (sobre todo en la bifurcación) hasta ser succionados por un remolino... que nos conduce al exterior, otra vez el calor del Sol de Labion calienta nuestra piel. Antes de salir del agua, en la localización desde donde se divisa la plataforma de los transbordadores espaciales, tocamos el silbato. Rompiendo la roca que nos separa de dicha plataforma, parece una especie de diablo de Tasmania, versión Labion, que reduce a trizas todo ser viviente que se cruza en su camino. El mejor método para evitarlo es volver atrás, siempre por el agua, hasta la estatua que antes nos ha "vomitado" para después regresar. El diablo se ha ido pero nos ha dejado la ruta expedita hasta la base de la plataforma.

Nos escondemos tras los arbustos, y esquivando la vigilancia poco atenta del sicario de Vohaul, llegamos a la puerta del ascensor, Un examen de la susodicha puerta revela la existencia de una ranura, en que introducimos la tarjeta magnética, y entramos en el interior del ascensor, que nos aúpa hasta llegar al transbordador. Accedemos a él por la puerta situada en la parte posterior del vehículo.

Observamos el panel, activamos el botón POWER, cambiamos el DIAL a posición de ascenso vertical, activamos el botón de acelerador ascenso y empujamos la palanca. La nave asciende hasta llegar a la altura mínima para el viaje horizontal en el espacio... podemos intentar más cosas, pero Vohaul advierte nuestros movimientos, y telecomanda la nave hacia su base, sin que nosotros podamos hacer nada, preparándonos pues para el ENFRENTAMIENTO FINAL.

Tras aterrizar en la base de Vohaul, es pertinente usar los ascensores para ascender a las plantas tercera, cuarta y quinta. En estas debemos hallar, en el interior de cuartuchos que aparecen tras puertas accionadas por botones en la pared, un cortavidrios, una papelera y una ventosa de las que se usan para desatrancar waters. También debemos localizar un lavabo público multirracial interestelar mixtosexual, en el interior del cual, en el water desocupado, hallaremos algo de papel. No nos olvidemos de advertir contra los "morreos" de un ALIEN auténtico algo besucón... si no queremos acabar como John Hurt en ALIEN, el octavo pasajero.

Descendemos las escaleras que empiezan en la plataforma donde aterrizó nuestro transbordador. Tras cruzar la puerta, esta se cierra automáticamente tras nosotros, y unas barreras nos cierran el paso. Para más desesperación, el suelo empieza a deslizarse para descubrir una piscina de ácido altamente corrosivo. Nos acercamos a la barrera izquierda, y cuando estemos a punto de caer a una muerte segura, pegamos la ventosa a la barrera (STICK PLUNGER TO BARRIER). Si somos demasiado impacientes y realizamos esta acción demasiado temprano, nuestro héroe se cansa y termina sus días en un baño de pH elevado. Tras un rato, el suelo vuelve a cerrarse. Nos soltamos (RELEASE GRIP) y las barreras desaparecerán. Más adelante unos guardas robots pueden hacernos papilla. Examinamos el techo y observamos la existencia de detectores de calor. Metemos el papel en la cesta, la soltamos y pegamos fuego al papel. Los sistemas anti incendio riegan la zona, destrozando y cortocircuitando los sistemas de vigilancia.

Tras entrar en la estancia donde se halla Vohaul, al intentar acercarnos a él nos reduce de tamaño y nos encierra en una jarra de vidrio. Salir no es problema gracias a nuestro cortador de vidrios. Cortamos el vidrio y salimos. Entramos en la rejilla a mano izquierda. Pulsamos el botón y volvemos a entrar en la rejilla. Asistimos a los últimos estertores del Dr. Vohaul.

A mano izquierda encontramos una consola, con un teclado y una palanca. Ponemos la palanca en ON empujándola. La pantalla parpadea con "aumentar o reducir"... TYPE ENLARGE. Volvemos al interior de la jarra y recuperamos nuestro tamaño habitual.

Examinamos y buscamos en el cuerpo muerto del loco científico. Hallamos las letras SHSR escritas en su mano. Tras él, hay un panel. Examinamos su pantalla e introducimos el código SHSR para finalizar el proceso de lanzamiento de la plaga de vendedores de seguros de vida. Sin embargo, nos damos cuenta de que la situación de la base es crítica. La temperatura exterior aumenta. La base está cayendo hacia la atmósfera de Labion, por obra y gracia de Vohaul.

Por las escaleras abandonamos la estancia. Hallamos una caja, que abrimos para encontrar una máscara de gas. Nos la ponemos y seguimos por el pasadizo hasta entrar en otro corredor. Desde allí se alcanzan, en dirección Oeste, las cápsulas de escape. Sin embargo, hay un robot de vigilancia. Debemos torearlo. Le obligamos a seguirnos hacia el Este, seguimos en esa dirección aunque ya no nos siga a toda velocidad y volveremos, dando un rodeo alrededor del meteorito, a la zona donde están las cápsulas, antes de que el robot haya regresado. Pulsamos el botón, y tras abrirse la puerta, entramos en la cápsula (ENTER POD). Examinamos el interior de la cápsula, y apretamos el botón de inyección.

Tras iniciarse el viaje, observamos con horror que el nivel de oxígeno es muy bajo, y para más pasmo, la máscara de oxígeno está vacía. Examinamos de nuevo la nave y encontramos una cápsula de animación suspendida criogénica. La abrimos y entramos en su interior, rezando para que alguna nave encuentre la cápsula perdida antes de que se agoten las pilas de dicha cámara.

This Is The END, My Only Friend, The END

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